Incultura en el supermercado
Cada vez estoy más espantada de la incultura que reina en esta ciudad.
Hoy estuve en un Metro, supermercado que no visito muy a menudo, estaba en la zona de verduras , apurada como siempre, y se me acerca una señora relativamente joven y bastante gorda con su hijito de unos 6 años y me consultan cómo cocinar los champignones, como no puedo decir no a nada, me paré a explicarle , me disponía a salir cueteada y me pidió la receta de la salsa blanca, de nuevo a explicarle, realmente la señora era medio taba porque preguntaba veinte veces lo mismo, o tal vez yo no era lo suficientemente didáctica, bueno, mientras todo esto pasaba el hijito gritaba "mami, pila" mami ni se inmutaba, los gritos aumentaron y fueron acompañados con saltitos y jaloneos, mami seguía hablando y sin parar de hacerlo, agarró una de las bolsas que ponen para guardar las verduras, la abrió con una parsimonia digna de una reina , le sacó el pipí al niño y lo hizo orinar a vista y paciencia de todo el mundo ,después amarró la bolsita y siguió conversando como si nada, yo no soy muy asquienta que digamos pero eso me hizo entrar en schock, la pestilencia a orines era insoportable y encima con sus manos asquerosas seguía escogiendo las verduras, salí disparada del puro asco, llegué a la caja y me cuestionaba el no haberle llamado la atención, no haberla reprendido públicamente , creo que entré en un estado catatónico y estúpido, cuando recuperé mi estado normal se lo conté a la cajera y ésta llamó al de seguridad y en eso aparece la gorda infecta con el hijito montado en el carrito y sin la bolsa de orines , o sea encima la dejó tirada por cualquier lado apestando todo el ambiente.
Yo no sé qué está pasando con la gente , cada vez respeta menos al prójimo y al entorno donde viven, no creo que esa señora no tenga un baño en su casa,se notaba que era de clase media, sabe que para eso es el inodoro y en la tienda hay SH disponible para los clientes , pero de lo que sí estoy segura es que obviamente no ha tenido una buena educación y está formando a un niño que después hará lo mismo con sus hijos.
Creo que nunca más iré a Metro porque no voy a poder evitar el relacionarlo con esta situación desagradable y cuando vaya a Plaza Vea o a Wong me alejaré discretamente de las mamás con niñitos saltarines.