Patty experimentando

Nunca he hecho públicas mis vivencias y quiero experimentar qué resultados puede tener hacerlo. Fui animada por mi hija que la veo tan entusiasmada con su blog que me provocó hacerlo.

lunes, agosto 28, 2006

Arabe gusta gordas

Cuando era chica , pensé que mi destino era no poder viajar, porque siempre que me iba a ir a algún lado , surgía algo que anulaba mi viaje, por ejemplo estando en quinto de media , el bendito viaje de promoción iba a ser a Miami y a México, casi un mes fuera visitando varias ciudades y con 10 amigas del salón, casi toda la prom porque sólo éramos 14, nos acompañaba una monja , ya tenía los pasajes pagados , pasaporte, visa y lo peor ya se lo había contado a medio Lima y por consiguiente tenía infinidad de encargos.
Una semana antes una amiga se retiró del viaje, entonces la agencia no podía darnos el pasaje de cortesía para la monja, los papis se reunieron y dijeron que ellos costeaban la mitad de sus gastos pero el colegio no quiso asumir la otra mitad, ante esto una mamá dijo que ella nos acompañaba, pero justo fue una mamá en quien mi mami no confiaba y mas aun tampoco confiaba en mí porque esgrimió argumentos como: "Tú eres terrible, ni a nosotros nos haces caso menos le vas a hacer caso a esa antipática" "Ya me veo corriendo a buscarte a Miami porque seguro te escapaste y te perdiste" es decir pensaban que yo era una retardada o una descocada, total, en síntesis me quedé sin viaje y con una verguenza terrible que me hizo meter a mi cama por una semana , no quería ver a nadie y mataba mentalmente una a una a las personas que me impidieron viajar.
Así sucesivamente me iban pasando cosas que frustraban mis ilusiones,
pero ya ni me deprimía , pensaba que ese era mi karma , hasta que a los 30 años cuando ya tenía tres hijos hice mi primer viaje fuera del Perú (por lo menos dentro del Perú si había viajado) , en el avión estaba de lo más apática porque pensaba que al llegar a Miami me iban a regresar por algo ,total ese era mi karma, pero no fué así y estuve un mes fuera conociendo un montón de ciudades.
Descubrí que me fascinaba conocer sitios ,culturas, gente diferente y lo bueno que a mi esposo también le fascinó y desde ese momento comenzó mi nueva vida la de "patricia viajera"
En realidad lo que quería contar era uno de los últimos viajes ,pero se me agolparon los tristes recuerdos de mi adolescencia, bueno hace poco descubrí una cultura completamente diferente, fue en Marruecos, construcciones fastuosas en un país bien pobre, sus mezquitas son increíbles, porque ellos le dan tanta importancia a su vida espiritual que no les importa que toda la plata la utilicen en sus edificios religiosos en vez de escuelas o viviendas.
Estuve en varias ciudades ,Marraquech ,Casablanca ,Rabat, tienen zonas supermodernas, Fes y Tanger son más sencillas, pero todas las ciudades tienen sus Medinas que viene a ser la parte antigua de la ciudad que antiguamente estaba amurallada( siglo XII) .las callecitas son estrechísimas, pero pasan hasta los burros que fungen de basureros y hasta de delivery, se ve bien pobre ,pero se abre una de las puertas y adentro son una belleza :"Arabe ,no gusta ostentar, porque puede despertar envidias en vecinos"
La mayoría de la población es musulmana , pero no son radicales ni fundamentalistas, en un mismo barrio conviven cristianos,judíos y musulmanes y no se andan peleando ni nada, hay bastante amplitud de criterio en eso, o al menos eso nos dieron a entender.
No todos andan con túnica, las jóvenes van con jeans pero el mayor porcentaje usan "burka" que es el pañuelo amarrado a la cabeza y que no se les escapaba ni un pelito, cosa que a mí me pareció maravilloso porque se ahorran peluquería tinte y todos los menjunjes que las mujeres nos ponemos en la cabeza para estar lindas, estuve tentadísima de ponerme una porque mis pelos estaban horribles después de tantos días de viaje ,pero me "chupé" porque pensé que podía parecer burla.
Una cosa que me llamó la atención que en los restaurantes que tenían terraza afuera ,tipo el Haití de Miraflores, sólo estaban hombres y todos mirando a la calle, nadie le da la espalda a los peatones, era como si estuvieran sentados en un teatro, lógicamente mi esposo y mi amigo Raul que viajaba con su esposa, no querían ni tomar un café porque temían que a mi y a Anita (la esposa de Raul) nos botaran pero como a mí me valen esos machismos , me senté igual y casi les provoco un infarto a todos los presentes y encima me puse de espaldas a los peatones Otro infarto ,pero no nos dijeron nada, aparentemente las mujeres sólo pueden tomar el café en casa.
Lo que si me encantó es que cuando fuimos a un espectáculo, donde uno se imagina a las odaliscas de cuerpos perfectos, nada que ver ,eran gordas, y algunas hasta tipo malagua, intrigada le pregunté al guía porqué ponían esa gorditas simpaticonas a bailar, pues la verdad no se veía muy estético, y me dijo "Arabe gusta gordas""Mujer flaca,marido tacaño, no tiene ni para comer""Mujer gorda, hermosa" allí entendí porqué lo árabes me sacaron a bailar tres veces y a mi amiga Anita que es la versión madura de la Barbie ni la miraban.
La verdad que en ese momento tomé la decisión de irme a vivir a Marruecos para no tener que volverme a preocupar de dietas ,ejercicios y poder comer como loca
Ya saben si no quieren ser esclavas de su figura,ni de su pelo vayan a vivir a Marruecos

viernes, agosto 11, 2006

romper el cordón

Siempre se escucha esa frase cuando uno cría a los hijos, porque las madres en un afán proteccionista tratan de solucionarles todos los problemas y no los dejan desarrollarse.
Yo he tratado , en la medida de lo posible de que se caigan y se levanten solos , siempre he estado conciente que no soy eterna y que tenía que darles armas para defenderse cuando yo no esté, ahora ya mis tres hijos están grandes , la verdad no estoy convencida si hice bien o mal y muchas veces me cuestiono la crianza que les dí.
Pero recién ahora me doy cuenta , que el hijo corta el cordón más facilmente que la madre, uno así tenga los hijos ya maduros y con su vida fuera del hogar, mantiene el cordón lo más cerca para no perderlos, siempre estará preocupada por ellos, festejará sus progresos y llorará con sus tropiezos.
Mi hija mayor vive en otro país y ahorita la están operando, es algo sencillo pero es una operación, y nunca he estado lejos de ellos cuando han estado en una clínica, no estoy allí, no sólo por razones económicas que por último podría haber vendido algo valioso de mi casa y compraba mi pasaje, sino porque mi esposo me "convenció" de que era hora que rompiera el cordón, que era una operación sencilla , que la iba a poner ´más nerviosa con mi presencia porque al verme allí de nuevo tan cercana a mi anterior visita( he estado allí hace un mes y medio) podría hacerle creer que su intervención quirúrgica era más grave de lo que es, y que allí estaba su esposo para acompañarla y que esos momentos servían para unirlos más, por último ante mis argumentos pataleteros que yo le esgrimía , zanjó el asunto diciéndome que ya no es una niña y que la trate como a tal.
Para mí mis hijos siempre serán mis niños, no me meto en sus decisiones que a veces me parecen absurdas, llevan su vida como ellos quieren, estudiaron lo que quisieron, pero siempre los veré como mis niños y que en momentos cruciales me necesitan, y trato de estar allí junto a ellos, y ahora me siento pésimo porque no fuí lo suficientemente fuerte para rebatir los odiosos argumentos de mi esposo y no estoy junto a mi hija.
La que no rompe el cordón soy yo, y no lo quiero romper

jueves, agosto 03, 2006

Desagradecidos

Hace cinco años ,más o menos ,una muy buena amiga me convenció para entrar como voluntaria al Inen,la verdad la idea no me entusiasmaba nada,toda la vida he odiado los hospitales , mas aún ni siquiera me gusta hablar de enfermedades, pero me cogió en mi cuarto de hora débil y acepté, claro que acepté con condiciones ,quería un cargo administrativo donde no tuviera mucho contacto directo con los enfermos.
Y es así como entré a trabajar al Banco de Sangre , atendiendo ventanillas donde llegan los donantes y los que necesitan transfusión, desde el primer día me sentí feliz ,con mi pequeño trabajo sentía que aportaba con un granito de arena para el bienestar de tantas personas,un poco más y me creía Teresa de Calcuta.
El trabajo es arduo,yo voy sólo los jueves y termino agotada, me acostumbré a las variadas reacciones de los pacientes (de todas maneras tengo contacto con ellos),en un segundo podía ser un ángel para alguien y en el otro algún desadaptado me gritaba, pero yo ni me inmutaba porque comprendo que la gente que está allí está lidiando con una enfermedad terrible y lógicamente no está del mejor humor.
Comencé a ir a campañas de donación en las universidades, para conseguir sangre para tanto niño que viene de provincia y que al no tener parientes en Lima no consiguen donantes ,generalmente son niños con leucemia que se pueden salvar con transfusiones , entonces esa sangre que conseguimos es un boleto para seguir viviendo.
Me acostumbré al ritmo del hospital, miento ,hasta ahora no me acostumbro a levantarme tan temprano ,pero lo hago,renegando pero allí estoy.
Así como yo somos como 150 personas diarias que ofrecemos nuestro trabajo y nuestro tiempo para ayudar al prójimo, muchas trabajan en empresas que les permiten faltar ese día ,algunas son bastante mayores ,en fin hay de todo, pero el común denominador en todas es que lo hacemos con gusto y sin esperar nada a cambio,pero lo mínimo que exigimos es respeto por lo que hacemos.
Todo este cuento viene porque desde hace un tiempo, no sé quien, me imagino que los directivos del hospital ,nos ponen piedritas en el camino, y resulta que hoy nos entregaron un comunicado donde nos exigen que paguemos el estacionamiento porque están perdiendo mucho dinero por los carros que estacionan las voluntarias (50 mas o menos), me sentí agredida ,no es por la plata en sí sino por el hecho de que seamos consideradas como intrusas y no parte del hospital, que aparte de no agradecernos por nuestra labor nos digan ,"está bien quieren venir a ayudar ,pues paguen".
Yo me pregunto: cuánto dinero le estamos ahorrando al hospital con nuestro trabajo,sólo en Banco de Sangre trabajamos 8 voluntarias en dos turnos y no nos damos abasto y muchas veces tenemos que ayudar a la enfermera y a los técnicos para aligerarles su labor.
Tengo una desazón porque siempre he pensado y se lo he inculcado así a los que me rodean, que en la vida uno tiene que ser agradecido y en este caso siento que conmigo están siendo desagradecidos.
Creo ya haber hecho mi catarsis y espero que el futuro no me depare mas de estos sinsabores.

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